En paralelo a la gran mayoría de los artistas del Movimiento Moderno; un pequeño grupo optó por otro camino, empezando a explorar las posibilidades de la aplicación directa de la tecnología a la arquitectura, sin metamórficos circunloquios. Una de estas figuras fue Richard Buckminster Fuller (1895-1983), quien desarrolló la propuesta de máquina de habitar, resumida en las palabras `dinámica´ y `máxima eficacia´ (`Dymax´). La construcción enteramente prefabricada, rápida y fácilmente ensamblable (hablamos de términos de sostenibilidad en la década de los 20). Grupos como los Metabolistas o Archigram siempre estarán en deuda con él.
Considerado hombre polifacético desde la geodesia hasta las tensiones, se le podría oír afirmar: `No podemos reordenar el mundo hablando de él´. Su primer invento arquitectónico que realmente revolucionó fue la casa 4D Dimaxion de1927 -una máquina para vivir, colgante de un mástil y con los servicios centralizados.Otros diseños como los coches Dimaxion, los baños Dimaxion, y otros inventos patentados pertenecían sólo a un grupo de manufacturas que no triunfaron en una época difícil de entre-guerras; pero durante la II Guerra Mundial ganó una reputación con sus inventos en los EEUU a través de la `Wichita house´ y la mejor forma duplicada de cubierta ligera vista por un hombre en el siglo XX, la cúpula geodésica (se calcula que se levantaron 400000 ejemplos de esta cúpula en el mundo).Es el mundo del diseño en la era de la ciencia.
Una actitud acerca de asuntos como el diseño, los materiales, los costes, la inquietud y de nueva búsqueda en general sería el camino de las máquinas para habitar
¿Cuándo sería posible un mundo donde vivir sea simplemente una tarea de habitar?
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